Linux

Vim es el típico editor que todos queremos usar cuando seamos mayores. En partícular parece bastante complicado al principio pero cuando lo usas no puedes vivir sin él 🙂 . Lo primero de todo es instalarlo: yo tengo los siguientes paquetes:

 vim-minimal-5.3-7
 vim-enhanced-5.3-7
 vim-X11-5.3-7
 vim-common-5.3-7

Una vez instalados (vía rpm, dkpg, apt-get o lo que sea) lo primero que debemos hacer es crearnos un .vimrc en nuestro directorio HOME para que podais ir haciendo nuestras primeras pruebas (más adelante nos haremos .vimrc más complejos). Con vuestro (por poco tiempo) actual editor favorito creais un .vimrc en vuestro home que contenga lo siguiente (ya explicaremos qué hace cada cosa en su momento):

 " Mi .vimrc: Los comentarios empiezan por dobles comillas.
 set tabstop=3
 set sw=3
 set ai
 set sm
 set ruler
 set nocompatible
 set novisualbell
 set noerrorbells

Bien, salimos grabando y nos preparamos. El editor se arranca con vim <nombre_de_fichero> o con vim a secas si aún no hemos decidido qué abrir o qué crear. Una vez dentro, en VIM hay que diferenciar 2 modos de funcionamiento: modo de inserción y modo comando. En el modo de inserción VIM se comporta como un editor de texto “normal y corriente”. Es decir, lo que tecleais lo meteis en pantalla en la posición actual del cursor, como el edit, el joe, etc. En el modo comando las teclas que se pulsan no se escriben en el texto sino que son comandos para que VIM haga cosas que nos faciliten el trabajo. En particular de momento hay que quedarse con 2 teclas: la tecla ‘i’ que permite que pasemos a modo inserción y la tecla ESC que hace que pasemos a modo comando. Inicialmente estamos en modo comando, de modo que pulsando i podemos introducir texto y pulsando ESC volvemos al modo comando (es muy útil estar casi siempre en modo comando a menos que estemos tecleando varios párrafos o líneas seguidas). Vamos a ver lo que hemos aprendido hasta ahora:

 ESC Pasar a modo comando.
 i Pasar a modo inserción.
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