Actualmente la eficiencia de las empresas u organizaciones se mide por el alcance de sus objetivos y metas, lo cual parte del hecho de clarificar estos objetivos y general las condiciones para alcanzarlos. Estas condiciones están enmarcadas en el macro proceso POIES, es decir, en la promoción de acciones para Planificar, Organizar, Implantar, Evaluar y hacer Seguimiento a estas metas y la gestión de la unidad de trabajo. Acompañando a estos macro procesos, se requiere por parte de los supervisores y gerentes el ejercicio, tanto de autoridad, como del manejo de la disciplina de su unidad de trabajo, concebidas desde el respeto mutuo (la influencia y la responsabilidad compartida) y la participación activa de los supervisados como corresponsables del logro de los objetivos organizaciones.
Las fases del POIES en la supervisión se pueden resumir de la siguiente manera:
- Planificar: preparar con anticipación las acciones a ejecutar para llevar a cabo las funciones y metas de la unidad y el propio POIES.
- Organizar: asignar los recursos materiales, físicos y económicos; además de elaborar los procedimientos para que la planificación se convierta en acción.
- Implantar: ejecutar lo planificado y organizado, de acuerdo a pautas preestablecidas y en condiciones óptimas para facilitar la gestión.
- Evaluar: llevar a cabo el proceso de recolección y análisis de información para la toma de decisiones y para medir el impacto de las acciones implantadas sobre las personas y la organización.
- Seguimiento: generar mecanismos para comprobar que lo planificado se aplica en la práctica real, reforzando lo alcanzado y proveyendo mecanismos remediales para las “dificultades” encontradas.
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